Ya sabéis, u os podéis imaginar, lo que es llegar a un país donde no conoces bien el idioma, aunque lleves dos años estudiándolo, o más bien, ¡tratando de entenderlo al menos! Te sientes, por poner un ejemplo, como el señor del anuncio que busca wifi en Londres y nadie le entiende. Y es que el alemán es un idioma bastante “interesante”, por decirlo de alguna manera, aunque también es verdad que con ganas y tiempo, ¡le terminas cogiendo cariño y todo! Os voy a decir una cosa, que sí o sí, os va a dejar flipados ¿sabíais que el inglés viene del alemán? Ale, ya os he dado qué pensar, ¡para que luego digáis que no he aprendido nada!
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Primeros días en Múnich
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